sábado, 31 de enero de 2009

Una península de suspiros

Cargarse la mochila al hombro, cruzar las distancias y llegar a destino hacen que uno respire profundo y vuelva a descubrir lo maravilloso de estar vivo. El reencuentro produciria un regocijo en todos mis sentidos.

Con Maria pudimos visitar la loberia, un recorrido a 5kms de piramides, donde estos pequeños gorditos marinos se hospedan. Tambien aprovechamos el traslado de algunos compañeros de hostel hasta el Golfo San Jose, para recorrer la playa Villarino donde en epoca de avistajes las ballenas tienen este lugar reservado para aparearse. Tuvimos la grata recepcion de Juan y Candida, una pareja de nativos de la zona quienes nos abrieron sus puertas de su hogar para compartir algunas historias, su horno a gas y otros servicios gastronomicos.

Aunque mi recorrido fue limitado, ya que los vientos norte y sur en sus diferentes nudos no ayudaran en absoluto, aun asi pude disfrutar de la experiencia. Algunas caminatas, otras sentadas frente a los atardeceres, mates, y demas delicias de gourmet harian de esta primer semana en Piramides otro momento importante.