Temprano arriba, desayuno y nuevas propuestas. Ya habiamos conocido gente del hostel la noche anterior, pero la idea de ir al lago espejo y a villa traful solo nos motivo a Eleonora, de La boca, y a mi. Partimos en micro de linea que nos alcanzaba al lago.
Un largo paseo, expedición aventurera hacia sitios reconditos de la zona, que al parecer ya habian sido visitados por otros humanos, que muy capaces y creativos habian construido una especie de choza a orillas del lago. Nunca supimos si era un nativo de la selva, un animal superdotado o un simple pasajero.
Se hizo tarde pero continuamos camino a traful. En el recorrido a dedo viajamos en varios transportes: 2 camiones Scania inmensos que trabajaban en la refaccion de la ruta, un lujoso auto de una pareja chilena que visitaba la patagonia por primera vez, y los salvadores del fox verde oscuro que amablemente nos alcanzaron 25 km hasta el centro de la villa. Terriblemente cansados del trayecto y el sol que nos castigaba a cada paso, tocamos destino. Fotos, paseo y unos sandwich para fortalecernos.
Emprendimos regreso con la ultima combi que trasladaba insatisfechas maestras de la zona, que al igual que en capital, discutian sobre su mala situacion. Al parecer no les alcanzaba con trabajar en tan pacifico lugar, la gente no vive del aire y siempre quiere mas...
Agradecimientos: a jesica por su arroz con verduras y a todos los que apoyaron el traslado a dedo.
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